Marisol, dueña de un negocio, descubrió la infidelidad de su pareja. Su hija acababa de nacer. El mundo se le cayó encima. Le pareció que su vida era una película en la que no se reconocía. Su pareja se marchó, pero el dolor de la traición se quedó con ella.
Ella se sentía como una víctima, no veía más allá del dolor, de todo lo que su pareja le había hecho.
Y ahora, después de haber hecho un mínimo trabajo de autoconocimiento ha descubierto que esa experiencia…
…le ha servido en su vida de una forma que nunca había imaginado.
…ha descubierto que la infidelidad que tanto le dolió hasta hace 1 mes, hoy dice que ha sido la experiencia más reveladora de su vida.
Interesante ¿verdad?
Este comportamiento humano conocido como infidelidad lo llevo estudiando hace muchos años gracias a tener la oportunidad de haber escuchado a decenas y decenas de personas que han “sufrido” ese dolor de la traición o de la culpabilidad.
Sí, ya sé que leer esto a muchos les parecerá una tremenda sandez. No les culpo.
Pero si eres de los que está viviendo aún los estragos de una infidelidad, esto te interesa.
Ahora, Marisol, ya no se siente víctima, ya no se siente traicionada. Ahora sí es libre de todas las imágenes y pensamientos de su pareja estando con otra mujer.
¿Te gustaría conocer cómo Marisol lo ha logrado?
¿Te gustaría saber lo que ha hecho?